EL EJEMPLO DEL HÉROE

Ayer fue nochevieja, y como es habitual, salí de fiesta. Por motivos de conciencia decidí quedarme en Valencia en vez de salir con mis amigos de toda la vida que se habían ido al pueblo. Siendo así me tuve que adherir a un grupo que iba a pasar la nochevieja a una discoteca de mala «prensa».

Es cierto que en la discoteca presencié como tres tios entrelazaban las lenguas en un lujurioso triángulo al mismo tiempo (me sorprendió porque jamás había visto algo igual) y tuve que socorrer a una chica que se desmayó dándole la mitad de mi botella de agua (3 euros) y explicando como actuar en caso de lipotimia.

Pero antes de determinar que toda la gente de esa discoteca, salvo el escribiente, eran personas que no merecían andar por el mundo y que lo mejor que podía ocurrir es que les lloviera azufre quisiera hablar de R y C.

R y C son una pareja a la que conocí ayer, y pasé la noche junto a ellos. Son increíbles, personas que estaban en ese lugar, como yo. Sin duda fui un hombre afortunado. Sus historias son claros ejemplos de superación en las condiciones más adversas posibles, pero siempre con optimismo. Cuestor esboza una sonrisa ante sus enfados adolescentes en comparación con estas personas.

«Por sus obras los conoceréis», rezaba el texto. Por sus obras me hice idea de cómo eran. Os aseguro que el momento familiar no era muy «normal», y que la vida que han llevado no sé hasta que punto lo hubiera aguantado una pareja normal. Pero ellos han superado todo y han hecho que su vida sea extraordinaria. Pero no lo saben, sonríen con la ingenuidad del confiado en la vida, conocedores de lo próximo que les viene. Pero esa ingenuidad les hace no estar resabiados, y reciben la vida como el milagro que probablemente sea. Viendo amanecer, dándose muestras de amor que dejan los versos románticos en manchas de tinta. Enseñándonos cómo se debe vivir.

Pocos de los que acuden a misa o trabajan en ONG´s habrán hecho tanto en las vidas de personas que les han rodeado. Y no saben lo especiales que son. No saben que son un ejemplo que todos (y aquí aplico el universalizador strictu sensu) hemos de seguir si queremos que este, nuestro mundo, sea un lugar mejor.

Aún así van a esa discoteca, conmigo. El colectivo hará una derivación deductiva que les llevará a ciertos rasgos de su personalidad que quizá sean aproximados a los que son. Pero eso no empequeñece que son bellos, bello como sólo puede ser el que actúa de forma bella con los demás, dejándo el rastro de bondad más hermoso que he presenciado en muchísimo tiempo.

Sois, R y C, héroes, personas cuyas gestas (no recogidas aquí pero que harían las delicias de Spielberg y sus familias «desestructuradas») no serán reconocidas por los demás porque lo haceis con una naturalidad tal que no necesitais el altavoz de la sociedad. Es el ruido que la buena obra produce, que deja sordo al que sabe verla. Me haceis recobrar la fe en el género humano y en que esto puede que no se vaya a la mierda.

Os estimo tanto, y jamás llegaré a ser lo que sois vosotros. Y aún así creéis que soy digno de vuestra admiracíon. Superáis lo que la dulzura puede proponer; gracias por conseguir que en la nube que pasa vuelva a ver un barco. Habéis cambiado la vida a mejor a otro más. Y ya somos varios.

2 respuestas to “EL EJEMPLO DEL HÉROE”

  1. junior Says:

    porfavor pueden poner mas informacion sobre los tipos de heroe

  2. 7sebastan Says:

    me perece muy bueno
    pero ubiera si do mejor q lo agan mas corto
    para poder acer mi tarea

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